Taconazos de domingo
Ayer domingo tuve la suerte de disfrutar de la primera procesión de Semana Santa en un pueblo de Extremadura -donde por cierto había muchísimas zapaterías- se trataba de la procesión que llaman “La borriquilla” y la componían íntegramente niños -los más pequeños iban de la mano de sus padres- y algunos hasta en cochecito. Por supuesto toda la gente del pueblo bien muy arreglada -zapatos incluidos. La chica más guapa y estilosa que encontré -y además exitosa dentista- se plantó estos taconazos hiper modernos, semi botín, semi peep toe, calculo de unos diez centímetros y los combinó con unas medias de rejilla azúl marino a juego con todo el resto de su atuendo.
Me contó que los había comprado hace tiempo en ZARA. Y es que en España en general, por todas partes, la gente se calza muy bien.
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