Mis inseparables
Este par de botas sin tacón se convierten, a partir de que empieza a hacer frío, en comodín más que habitual de todos mis looks, especialmente con vestidos. Están mayores ya, pero con el tiempo han adquirido una pátina especial y al tacto están más blanditas que cuando se compraron.
El color marrón muy oscuro las hace perfectas para un millar de combinaciones y lo que me encanta de ellas es lo pegadas que van a la pierna desde el tobillo, que la hacen más estilizada y bonita, a lo que contribuye la costura central en la caña.
Me pateo la ciudad de arriba a abajo pero no las llevo para el campo porque no tienen suela de goma rugosa. Ya las llevé una vez y no lo soportaron bien, al regreso casi las tuve que llevar al hospital: las tuve que someter a una cura extrema para que se recuperaran del exceso de agua, barro y raspones.
De piel 100%, suela de cuero, son de fabricación española pero ni recuerdo la marca ni conservo la caja original así que digamos que su origen se pierde en el misterio…
me encantan!